sábado, 13 de diciembre de 2014

Democracia sin grandeza

Festejar los 31 años de la democracia hablando mal de la justicia, atacando opositores, medios de comunicación, inventando rivales de un ring de boxeo, festejando que al mundo le vaya mal, en el mismo momento hablar de amor… Es demasiado poco. Es desvalorar a un país.

Todo lo que denuncia e inventa también son argentinos, también parte de la democracia. ¿Por qué no puede festejar de otra forma? Es normal. Imaginar un festejo con políticos de otros partidos, hablando de los defectos y virtudes en general del país y proponiendo cosas positivas no van con un partido que lleva tres períodos gobernando.

Un festejo de grandeza requiere de líderes que tengan grandeza. La grandeza de los dirigentes políticos es un bien escaso en la Argentina y uno de los principales motivos por los cuales estamos como estamos.

Si la democracia la valoramos únicamente por el derecho a votar y lo que impone la mayoría, estamos aún peor. Pues el cuarto oscuro sería el lugar más representativo de la democracia. Si dentro del cuarto oscuro no existen nombren de grandeza, el pueblo no tiene alternativa y la democracia servirá de poco, solo para elegir quienes condenan al pueblo a vivir en condiciones que distan mucho del potencial que tiene Argentina.

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